Todos los pensamientos negativos que tuviste, y las palabras duras que otras personas te dijeron a lo largo de tu vida, preguntándote por qué eres como eres, o por qué tu vida resultó así… son como abejones que se enredan en tu cabello y hacen ruidos molestos e insoportables. La Buena noticia es que no duran demasiado, y siempre vienen mejores tiempos. Llegas a descubrir la grandeza en todas las cosas que has vivido. Los abejones desaparecen y encuentras tu libertad: tu propia voz. Encuentras paz. No desperdiciaste tu tiempo. Te arriesgaste con la información que tenías, en el momento en que la tenías, con la persona que eras, ¡y eso fue bueno!